"Ver y comentar cine"



domingo, 28 de septiembre de 2008

EL ALMUERZO DESNUDO


No he podido dejar de de escribir sobre la que me parece una magnífica película, tal vez por el sello de su director David Cronenberg, y por los elementos que allí se manejan, como también el tratamiento fílmico y escenográfico que se le da a la trama.

Basada en la novela del autor William Seward Burroughs que lleva el mismo nombre de la película pone ante los ojos del espectador el manejo de una temática múltiple como el mundo alucinado de la droga, la relación del hombre con la máquina y el homosexualismo, de un modo exquisito combinando manejo de primeros planos, planos en ambientes cerrados, elementos surrealistas tipo Kafka. El director mezcla la biografía del autor con la novela.

Es interesante ver el drama entre la máquina de escribir que se convierte en interlocutora viva que representa personajes de la vida real del autor de la novela, alcanzando un coprotagonizo indudable, para asumir también icónicamente los elementos sexuales en donde el protagonista parece que vive al asedio de su identidad. Se recurre también a la belleza masculina en los rostros límpidos y apuestos de los personajes.


Me parece que la obra (confieso no haber leído el texto) mostrada en el film nos entrega un excelente contribución para la adentrarnos en estos mundos complejos como el estado alucinado de la mente, comprensión del mundo homosexual masculino, tema tan difícil de elucidar por los indudables desajustes paradigmáticos que se presentan para el prototipo de la identidad y comportamiento sexual. Es el mundo de la interzona… Estoy retado a verla de nuevo y si me es posible leer la obra, aunque también siento una gran inquietud por explorar el cine de Cronenberg, es indudablemente un cine de imagen, de efectos, de recursos, de inteligencia no convencional.

Seguramente volveré a escribir sobre este film y sobre otras películas de este director.


Título original: Naked Lunch

· Director: David Cronenberg

· Actores: Joseph Scoren, Robert A. Silverman, Michael Zelniker, Nicholas Campbell Ver todos los actores

· Duración: 1 hora 55 minutos

· Fecha de estreno: 01/01/1991

· País: Canadá, Reino Unido, Japón

Dado que no me considero un experto y que la complejidad del film y el director exigen algo más Transcribo dos críticas…

Es Peter Weller, el toque de saxo de Ornette Coleman, ese toque de cine negro mezclado con la suciedad y repugnancia de sus criaturas mezcladas con la sutileza de símbolos fálicos o anos..etc. Es el hecho de no saber como van a responder los pintorescos personajes en un film donde, paradójicamente, lo que más interesa es la inestabilidad del guión. Hacia tiempo que no disfrutaba tanto.

Tomado de la página Linkara, escrita por Al

Comentario

El almuerzo desnudo supone un modelo más hermético, inclasificable y mucho más rico en lecturas, matices y sugerencias que la de la muy similar (mas, con todo, apreciable) Kafka, la verdad oculta. De nuevo el filme trata de analizar la agonía creativa, pero eso sí, a través del filtro de la compleja personalidad de un David Cronenberg apartado ya del cine "de género" propiamente dicho. La odisea de William Lee entre cucarachas, máquinas de escribir parlantes, los escritores Kerouac, Ginsberg y Bowles, ciempiés y homosexuales se conforma a través de una delirante imaginería muy acorde con las obsesiones del director canadiense: el paranoico sentimiento de una conspiración a través de la omnipresente figura del siniestro doctor Benway (un espléndido Roy Scheider), la metamorfosis del cuerpo como medio de pasar a un nivel diferente, a una nueva concepción de la vida, el acto literario como transformación y evocación de la experiencia propia y medio de auto-reflexión. La concepción de Cronenberg sobre la escritura es más pesimista que la de Soderbergh, pero también más lúcida e inevitable: Lee se convierte, mal que le pese, en drogadicto-escritor o escritor-drogadicto, tras haber objetivado su psicología en alucinaciones que no hacen sino materializar sus impulsos más íntimos y ocultos. Su pacto final con Benway es un pacto fáustico en el que Lee vende su alma para encontrarla: Cronenberg cierra su filme con una broma a costa de la guerra fría (esos impagables vigilantes fronterizos dignos de una serie B anti-comunista) y con una declaración de principios sobre la necesidad de la creación, su esclavitud y sus agonías. Una obra compleja, densa y fascinante.

TOMADO DE : www.pasadizo.com/peliculas2.jhtml?cod=36&sec=4




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